El Queso
Visita nuestra tienda en la sección de lácteos y carnes para ver la variedad que tenemos disponible para usted en quesos. Todos ellos por supuesto preparados libres de químicos.
Origenes del Queso
El queso en la antiguedad
El queso tiene sin duda un papel importante en la historia de la humanidad. Desde que el ser humano aprendió a domesticar animales, sobre todo ovejas y vacas, el queso ha sido parte de la dieta de Las primeras familias sedentarias.
También fue muy importante para los viajeros, los cazadores y los comerciantes, ya que era fácil de transportar y almacenar. Es más duradero que la carne y los vegetales y una fuente importante de energía y proteínas.
Se tienen pruebas de que el queso ha estado entre nosotros desde el neolítico. Tanto en el antiguo Egipto, como los sumerios y los griegos, tienen documentación, no sólo de sus recetas con queso, sino también de la preparación del mismo en sus respectivas culturas.
El imperio romano terminó de expandir la cultura quesera al resto del continente europeo, norte de África y medio oriente.
Durante la edad media fue un importante producto para el comercio debido a la duración antes mencionada.
El queso en la modernidad
Ya en los tiempos modernos, durante el siglo XIX, la producción de queso se industrializó, empezando en Suiza. Estados Unidos también se convirtió en un productor importante.
Pero lo más importante para los amantes del queso sucedió en 1864 cuando Luis Pasteur junto con su amigo Claude Bernard descubrieron el proceso conocido como pasteurización.Con este proceso se podía obtener un queso libre de bacterias y otras impurezas, haciéndolo más seguro para el consumo.
Usos culinarios del queso
Hoy en día este producto es utilizado en una variedad muy amplia de productos comerciales y artesanales. Desde frituras y bocadillos que se venden en los supermercados y pulperías hasta en ensaladas.
Un sin fin de recetas incluyen al queso en sus muchas variedades como un ingrediente importante. Pero su consumo crudo, tal y como sales de la quesera, es la mejor manera de obtener todos sus beneficios nutricionales.
Lo que define qué tipo de queso ocupamos para nuestras recetas es su consistencia. Hay del tipo blando los semiduros y los duros.
Por lo general, los de consistencia dura se usan para freír ya que no se deshacen fácilmente en el sartén. Los tipos semiduros son perfectos para acompañar ensaladas y cómo rellenos. Los del tipo blando se utilizan sobre la superficie de otros alimentos cocinados para que el queso se derrita.
Beneficios para la salud
Este manjar contiene un importante aporte de vitaminas A, D, B12 y B2. Este aporte vitamínico es muy importante para protegerse de infecciones y mejorar el funcionamiento del sistema nervioso y cardiovascular.
Es rico en proteínas que son importantes para formar y reparar los tejidos del cuerpo. Por eso es usado como un sustituto de la carne roja por aquellos que buscan no consumir más este tipo de productos.
Es rico en calcio y fósforo. como sabemos ambos son importantes para el crecimiento y formación de los huesos.
Sin embargo, el consumo de queso tiene que ser en buena medida. esto porque tiene un alto contenido calórico. Además, carece de vitamina c por lo cual tiene que ser acompañado de otros alimentos que puedan suplir esta carencia.
Los quesos con menos grasa son los semidesnatados, perfectos para el consumo diario recomendado de 30 g. Mientras los quesos fundidos contienen hasta un 40% de grasa por lo cual deben ser consumidos muy de vez en cuando.
Conclusión
Este producto milenario llegó para quedarse. Son cada vez más las variedades que surgen alrededor del mundo, Incluyendo los de origen vegetal. Al mismo tiempo, cada vez serán más las recetas que incluirán el queso cómo uno de sus más importantes ingredientes.
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